Descubre 6 islas paradisíacas en Italia, España y Portugal para pasar el verano.
Si buscas playas de ensueño, paisajes impresionantes, muchas comodidades o naturaleza salvaje, tenemos justo lo que necesitas.
Una de estas islas se ajustará a tus necesidades y te proporcionará unas vacaciones dignas de contar a tus nietos o de compartir con toda la familia y amigos .
1. Ibiza, la isla no sólo de la diversión Un vistazo a Ibiza / Publicdomainpictures.net
Es conocida como la isla de los jóvenes , la diversión y las discotecas; y no es de extrañar dada su amplia oferta de locales nocturnos, algunos de los mejores del mundo, que mantienen a Ibiza despierta y animada. Entre los más conocidos están Pachá, Amnesia y Privilege.
En Ibiza no hay lugar para el aburrimiento: durante el día se pueden visitar hermosos paisajes naturales con playas de ensueño como Sa Caleta, Cala Conta y Ses Salinas.
No faltan tampoco las reservas naturales como Es Vedra, un encantador islote rocoso frente a la hermosa playa de Cala d’Hort, visible desde la antigua Torre de Savinar en Sant Josep de sa Talaia. O la isla de Espalmador en el Parque Natural de Ses Salines, caracterizada por sus inmaculadas playas blancas.
Eivissa, la capital de la isla, cuenta con un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad que incluye el barrio de Dalt Vila, una ciudadela renacentista con murallas defensivas y un laberinto de callejuelas empinadas, palacios y monumentos. Para los niños se recomienda el parque acuático Aguamar en Playa den Bossa.
2. Formentera, la isla vip Playas de Formentera / Pixabay.com
Formentera es la isla más pequeña del archipiélago balear y está a sólo dos millas náuticas de su hermana mayor, Ibiza. También es conocida como la isla de los famosos , dada la presencia de numerosos yates de celebridades que atracan cerca de sus hermosas playas blancas, como la de Llevant.
Otras playas imperdibles son Illetes, considerada por muchos la más bonita de la isla y comparada con las del Caribe por su fina arena blanca y los miles de matices del mar, Cala Saona, pequeña e ideal para familias con niños, y Platja de Migjorn, que con seis kilómetros de dunas blancas es la más grande de Formentera.
El único centro turístico real es Es Pujols, antaño un tranquilo pueblo de pescadores que ahora está repleto de pequeños restaurantes, una discoteca y varios chiringuitos y cafés . En cambio, el punto más importante es Sant Francesc Xavier, un bonito y tranquilo pueblo a 3 kilómetros del puerto de La Salina. El interior es rico en naturaleza verde y apto para las excursiones en bicicleta.
3. Menorca, la isla de la paz Los colore de Menorca / Pixabay.com
Menorca es la isla de la paz y el relax . El paisaje, el ambiente, los pueblos de pescadores escondidos en su costa rocosa, la buena comida, las espectaculares playas que esperan ser descubiertas y las numerosas oportunidades para practicar deportes como el senderismo, la equitación, el buceo y el windsurf harán de sus vacaciones un sueño.
Las mayores playas con bares y restaurantes se encuentran en la costa sur; la más larga, con 3 kilómetros de arena dorada, es Son Bou. Las playas salvajes , en cambio, están alejadas de los centros turísticos y se suele llegar a ellas en 15 minutos a pie desde la carretera más cercana.
Para los más pequeños resultará inolvidable un día en uno de los dos parques acuáticos de Calan Blanes: el Aqua-Center y el Aqua-Park.
Y para los más mayores una visita a Ciutadella, la antigua capital, con el viejo puerto bajo las murallas, la catedral y el Molí des Comte será el plan perfecto.
4, Cerdeña, una isla caribeña en el Mediterráneo La cala Gonone en la paradisíaca Cerdeña / Pixabay.com
A menudo es comparada con el Caribe por su mar, que no tiene nada que envidiar a los lugares más paradisíacos del planeta. Cerdeña es una isla que ofrece una naturaleza virgen, una historia milenaria y productos culinarios exquisitos y únicos, pero también mucha diversión.
Empecemos por sus interminables playas , seguramente el mayor atractivo de la isla. Entre las playas más bonitas de Cerdeña se encuentran la playa rosa de Budelli, única en el mundo y sólo visitable con guía, Tueredda, un paraíso caracterizado por una exuberante vegetación mediterránea y un mar cristalino, y cerca de allí está Cagliari, La Pelosa, en Stintino, en la provincia de Sassari, Cala Gonone, demasiado bella para describirla, al igual que toda la Costa Esmeralda.
La extraordinaria claridad de sus aguas favorece una flora y fauna marina rica en colores y una increíble multitud de peces. Entre los puntos de interés histórico se encuentran los cerca de siete mil nuraghi que cubren todo el territorio de Cerdeña y que nos hacen retroceder en el tiempo hasta el año 1800 antes de Cristo. El símbolo de este vasto territorio es el Nuraxi de Barumini, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Algunos de los mejores platos sardos son Su Porcheddu, un suculento cochinillo asado, Sa Fregula, un tipo de pasta hecha con sémola de trigo duro, Pane Carasau y, por supuesto, el famoso y exquisito queso Pecorino Sardo D.O.C.
El puerto de Corricella, Procida / Pixabay.com Procida es una isla de origen volcánico que mide unos 4 kilómetros cuadradosy está situada en el Golfo de Nápoles, entre Ísquia y Cabo Miseno. A su alrededor, el mar es limpio y cristalino, y las vistas que ofrecen las rocas de la costa poseen un atractivo singular. Para apreciar plenamente la belleza de la isla hay que pasear entre las «solitarias callejuelas delimitadas por antiguas murallas» descritas en la famosa obra «L’isola di Arturo» de Elsa Morante.
Uno de los lugares que no hay que perderse es, sin duda, el puerto de Corricella , particular por sus edificios de vivos colores que contrastan con los tonos de las barquitas amarradas en el muelle. En este pequeño pañuelo de tierra que se extiende sobre el mar hay playas impresionantes como la Playa de Chiaia, la Playa de Chiaiolella y la Playa del Pozo Viejo.
6. San Miguel, isla de los cráteres Lago de fuego, San Miguel / Wikimedia commons
La isla de São Miguel es una isla de Portugal perteneciente al archipiélago de las Azores.
El paisaje natural es un espectáculo mixto de bosques milenarios, enormes cráteres, lagos cristalinos y un mar azul intenso.
Si te gusta hacer deporte esta es tu isla: alpinismo, senderismo, equitación, bicicleta de montaña, buceo y parapente son algunas de las muchas actividades que darán vida a tus vacaciones en la paradisíaca isla de San Miguel.
Merece la pena visitar Ponta Delgada , con sus clásicos edificios de bordes negros y su rico patrimonio arquitectónico.
También son muy especiales las playas, caracterizadas por su arena negra debida a la erosión de las rocas de lava del archipiélago. La Praia da Ribeira Quente te enamorará si no eres fanático del agua helada: los manantiales termales submarinos ofrecen una temperatura que invita a estar un buen rato a remojo.