El fabricante alemán Volkswagen ha presentado Taigo, el primer todocamino coupé de la firma que se fabricará en la planta que la compañía posee en Landaben (Navarra).
Taigo es la gran apuesta de la firma para competir en el segmento de volumen. Con una carrocería de estilo crossover, posee tracción delantera, faros delanteros matriciales LED, un cuadro de instrumentos totalmente digital y la última generación de sistemas de infoentretenimiento (MIB3) de serie. Además, es un coche siempre conectado gracias a la tecnología «Digital Cockpit».
La gran novedad de Taigo es que la parte trasera del modelo de cinco plazas se inclina hacia atrás al estilo de un coupé, sin restringir el espacio para la cabeza en el asiento trasero. De este modo, Volkswagen amplía la cartera de los modelos compactos Polo (hatchback) y T-Cross (SUV), construidos sobre la plataforma MQB, con una tercera variante de chasis, hasta ahora reservada principalmente a los modelos de gama alta. Por otra parte, sus numerosos sistemas de asistencia de última generación garantizan un confort óptimo y un alto nivel de seguridad para todos los pasajeros.
En el interior, el Taigo destaca por un volante multifunción de diseño elaborado y modernos elementos de control de serie. Los sistemas de infoentretenimiento se basan en la tercera generación de la MIB3,que incluye una unidad de control online (eSIM) y «App Connect Wireless» (según la configuración). También dispone de funciones como el acceso a los servicios de streaming, el control por voz natural y la personalización basada en la nube mediante «Volkswagen ID» permiten utilizar los últimos servicios MIB3.1, según la configuración.
En lo que respecta a la asistencia al conductor, el nuevo SUV coupé es muy similar a los modelos de Volkswagen de segmentos superiores. Todos los Taigo incorporan de serie sistemas de asistencia como el sistema de vigilancia del entorno «Front Assist», que incluye la función de frenado de emergencia en ciudad y el sistema de advertencia de salida del carril. Además, posee una funcionalidad que permite una conducción semiautomática hasta una velocidad máxima determinada por el sistema de 210 kilómetros por hora.