¿Qué es una marquesa sin castillo? Tamara Falcó podría saberlo en breve, ya que está negociando la venta de El Rincón, la joya arquitectónica llena de historia, que heredó la marquesa de Griñón. Según han adelantado distintos medios, Falcó estaría a punto de firmar su venta por 7 millones, pero antes de abandonar esta fortaleza, llevaría a cabo su boda con Iñigo Onieva en él.
Tamara Falcó habría dado este paso para evitar muchos quebraderos de cabeza. Y es que el paso del tiempo también ha hecho mella en la propiedad: muchas de las habitaciones cuentan con desconchones o goteras, tal y como ha podido ver todo el mundo gracias al reality que estrenó Netflix el pasado agosto.
Estos desperfectos deberían subsanarse con una reforma casi integral y la marquesa de Griñón parece no estar dispuesta a llevarla a cabo. Pero no es una decisión que solo pueda tomar la hija de Isabel Preysler.
La propiedad se encuentra en Aldea del Fresno, a 54 kilómetros de Madrid y en ella vivió Carlos Falcó la última etapa de su vida hasta que falleció a causa de covid. Entre sus históricos muros continuó viviendo Esther Doña, hasta que tres meses después decidió que lo mejor era comenzar una nueva etapa lejos de su pasado.
Tamara Falcó y su hermano mayor, Manolo, compraron la parte de Doña y de los hijos menores de su padre, Aldara y Duarte. No obstante, cuando se hicieron con el 100% de la propiedad ya avisaron que algún día lo pondrían en venta.
Entonces, Tamara y Manolo Falcó compraron a Esther Doña la parte del usufructo que le correspondía, aunque se desconoce a cuánto ascendió la suma. En 2012, Carlos Falcó ya pidió una hipoteca para sostener sus negocios, y un tasador fijó el precio de la propiedad en cinco millones de euros.
Por tanto, la decisión no solo habría sido tomada por la marquesa de Griñón, sino también por su hermano, propietario a partes iguales de El Rincón.