Eran las grandes favoritas de la noche y las dos cumplieron su objetivo de hacer historia: Taylor Swift ganó su tercer Grammy al álbum del año por el aclamado «Folklore» y Beyoncé se convirtió en la mujer con más gramófonos dorados, 28 premios a lo largo de su carrera.
En uno de los años más difíciles para la industria musical, la Academia de la Grabación estadounidense preparó una gala sencilla y elegante, sin público, en la que los artistas fueron turnándose las actuaciones en un escenario circular dispuesto en el Centro de Convenciones de Los Ángeles (EE.UU.).