Justo medio milenio después de su caída en manos de los conquistadores españoles, Tenochtitlan volvió a brillar este viernes con la inauguración de una maqueta monumental del antiguo Templo Mayor levantada en el corazón de la Ciudad de México y no exenta de polémica.
Con 16 metros de altura, la réplica de la pirámide fue presentada al público mediante un espectáculo nocturno de luces con el que la capital mexicana quiso honrar la «resistencia indígena» de los mexicas o aztecas al cumplirse los 500 años de la conquista.