El brazalete de capitán que Cristiano Ronaldo tiró al césped en el partido entre Portugal y Serbia el pasado 27 de marzo en Belgrado, indignado después de que le fuera anulado un gol aparentemente legal, fue vendido este viernes por 64.000 euros en una subasta con fines humanitarios.
El dinero será destinado para el tratamiento médico de un niño serbio de seis meses que padece atrofia muscular espinal y necesita asistencia médica en el extranjero.