Un nuevo puente cruza desde hoy el río Tíber de Roma, aunque solo por unos días. El artista Olivier Grossetête ha reconstruido en cartón el proyecto incumplido de Miguel Ángel y lo ha suspendido en el aire con globos, para sorpresa de los presentes.
El puente efímero y volador une «idealmente» dos de los palacios más sublimes de la ciudad, separados por el río. El Palacio Farnese, actual embajada de Francia, y la Villa Farnesina, construida a comienzos del siglo XV por el banquero de los papas, Agostino Chigi.