Con esta solución, el edificio se integra de manera más elegante con el entorno, sin destacar más que las viviendas de su alrededor. Todo ello teniendo en cuenta que la casa se levantó sobre una pendiente, permitiendo un aparcamiento en la parte inferior. Tal como expresa el propio Falcão de Campos: “Los retos a los que nos enfrentamos en este proyecto son los mismos a los que nos enfrentamos en la mayoría de los proyectos desarrollados en nuestra oficina, que es construir bien, haciendo uso de materiales de calidad”.
Interiores minimals y de diseño
El zigzag de las fachadas y la cubierta a tres aguas son las soluciones que determinan la distribución y estética interiores. Los dormitorios están situados en los volúmenes de los extremos, los cuales cuentan con un altillo que permiten adicionar el espacio para dormir. Los espacios sociales se encuentran en la parte central del edificio. La estética que predomina en el interior es el minimalismo y las líneas puras. Destaca el blanco sobre todo lo demás, lo que se fusiona con la paleta de materiales empleada, la cual incluye el contrachapado de abedul o el mármol Estremoz, una reconocida piedra portuguesa empleada en la isla de la cocina.
Otro aspecto del interior es la calidez y el diseño que ofrece el mobiliario escogido. Las camas y las sillas fueron diseñadas por Álvaro Siza, mientras que algunos muebles proceden de Fredericia y Living Divani. La iluminación, por su parte, fue equipada por Flos y Davide Groppi. Uno de los requisitos de este proyecto de Pura Comporta era que la estructura debía estar en concordancia con la arquitectura vernáculalocal. Por esa razón, se eligieron colores vivos en la fachada sur (la trasera) y tejas de arcilla tradicionales para el tejado.
Asimismo, los espacios exteriores de la cara sur también fueron sombreados mediante cañas, cuya estructura fue realizada por trabajadores locales. Uno de estos espacios cubiertos se encuadra entre dos módulos, formando un comedor al aire libre en la parte más privada del patio.
En la fachada zigzagueante orientada al norte se han dispuesto grandes ventanalesque ofrecen un marco incomparable con los arrozales cercanos. Son los dormitorios los que disfrutan de estas vistas, panorama que se extiende gracias a incorporar una gran terraza en voladizo que recorre toda la fachada. En la parte trasera, la más reservada para el espacio íntimo de los huéspedes, los volúmenes configuran un patio con una gran terraza y piscina.
Esta casa no es la primera que realiza Falcão de Campos a sus propietarios. Ya han colaborado en otros proyectos, incluido su propia casa en la capital portuguesa. Ello conlleva tener ese punto de confianza y seguridad en el proyecto desarrollado. Así lo expresa el propio Falcão de Campos: “creemos que hemos conseguido desarrollar una relación de confianza mutua con ellos, lo que consideramos muy importante para un resultado positivo”. Según el propio arquitecto, esta complicidad ha sido la que ha posibilitado construir con una alta calidad de materiales, aspecto que se refleja en el producto.