Desde prácticamente sus comienzos, el cine se ha visto fascinado por el mundo del espionaje, sus técnicas y personajes, a la vez que los espías se disfrazaban, filmaban y contaban historias. Esa relación simbiótica articula «Top Secret», la última exposición de la Cinemateca francesa en París.
Organizada junto a la Fundación «la Caixa», la muestra abarca desde las labores de espionaje de la bailarina Mata Hari durante la Primera Guerra Mundial a las hazañas de Tom Cruise en la franquicia «Misión imposible», pasando, por supuesto, por un repaso a las aventuras del -probablemente- espía de ficción más famoso de todos los tiempos: James Bond.
«Partimos de la idea de que el cine y el espionaje tienen mucho qué ver», explicó a EFE Matthieu Orléan, comisario junto a Alexandra Midal de esta muestra, durante el evento de preinauguración celebrado en la capital francesa este lunes.
«Es paradójico porque a priori el espionaje está más del lado de lo que es secreto (…) El cine, por el contrario, está más del lado de la luz, de la proyección», agrega este realizador e investigador cinematográfico.
Carteles y escenas de películas como la alemana «La vida de los otros» (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006) o la emblemática «Con la muerte en los talones» de Alfred Hitchcock (1959) aparecen aquí junto a aparatos de fotografía, micrófonos y pelucas usadas por auténticos espías. Muestran que, en lo que respecta al espionaje, ficción y realidad están separadas solo por una línea muy fina.
Asimismo, el lado más «pop» de este universo cinematográfico -representado, por ejemplo, por un esmoquin ensangrentado que Daniel Craig utilizó en «Skyfall»- se contrapone a la sobriedad de las películas de autor y de grandes clásicos como «Los Espías» (Spione, 1928) de Fritz Lang.
La dicotomía de poderes de la Guerra Fría, que tanto alimentó el imaginario del mundo de la inteligencia, emerge como el otro gran eje de esta muestra, en un tiempo en el que la actualidad parece remontar de nuevo a aquellas décadas del siglo XX.
Pero «Top Secret» propone, además, reivindicar a las espías de la historia real y del celuloide.
Reducidas por la ficción en muchas ocasiones a mero objeto sexual o al interés amoroso del protagonista masculino, las mujeres del mundo del espionaje jugaron también un papel fundamental en los circuitos de inteligencia.
«Se ha relegado a las mujeres a menudo a lo que en inglés llamamos ‘honey trap’ (trampa de miel), y queremos también desmontar completamente esa mitología extremadamente problemática. El espionaje también es un asunto de mujeres», indicó la investigadora Alexandra Midal.
La exposición estará abierta al público en la Cinemateca francesa entre el 21 de octubre y el 21 de mayo de 2023, tras lo cual viajará a España, donde se expondrá en el Caixa Forum de Madrid.
Más tarde, la muestra se podrá ver en Barcelona, Zaragoza, Sevilla y Palma.