De entre las maravillas naturales del mundo, los fiordos se encuentran entre los que más admiración y misterio generan. Situados en la parte más septentrional de Europa, a orillas del Mar del Norte. Entre ellos, encontramos, que es el más meridional de los fiordos más grandes de Noruega. Con un total de 40 kilómetros de largo está flanqueado por montañas empinadas, algunas de más de 1.000 metros.
Para ubicarlas en este increíble paraje, el estudio noruego Snøhetta ha diseñado cuatro nuevas cabañas de madera llamadas Bolder Star Lodges. Con el objetivo de ofrecer un refugio único y cómodo se ha dotado a las cabañas de grandes ventanales que ofrecen unas vistas panorámicas que permiten disfrutar de la naturaleza que los rodea.
“Snøhetta ha estado trabajando con el empresario local noruego Tom Bjarte Norland y la marca de interiores danesa Vipp para desarrollar una experiencia única en el borde de Lysefjorden en la costa oeste de Noruega”, explican desde el estudio encargado del diseño. Todo ello, con “el objetivo era crear una experiencia total para los visitantes: regresar a un acogedor y cálido nido de madera con una espectacular vista panorámica del clima en constante cambio después de un día completo de caminata por el fiordo”.
38 m2 y alta tecnología
Las cuatro cabañas, llamadas Stylten, Myra, Stjerna y Eldhuset, están construidas para mezclarse con el paisaje con una huella mínima en la naturaleza circundante. Se elevan sobre el suelo sobre grandes pilares de hormigón y tienen fachadas de vidrio para que los huéspedes aprecien el entorno natural desde el interior de su cabaña privada. En el exterior, han sido revestidas con el mismo cedro rojo que se encuentra en el paisaje circundante, lo que les permite mezclarse ingeniosamente con la naturaleza que los rodea. Esto también permite que las cabinas se vuelvan grises con el tiempo, dándole un aspecto particular y acorde al entorno rocoso del lugar.
La superficie interior de cada una de ellas es de 38 m2. Pero una de sus características más destacadas es el diseño atípico de su interior. En él, se ha colocado la cocina y el comedor arriba, mientras que la planta baja contiene una cama empotrada con vista al paisaje, así como un baño.
La cocina, además, está equipada con alta tecnología. Aunque el interior de cada cabina es ligeramente diferente, todas cuentan con una decoración que se define por tonos oscuros y cristales generosos. Los materiales de alta gama como el roble, el mármol y el cuero contrastan con el suelo de hormigón en bruto en el nivel inferior.
“Para dibujar la serenidad de la naturaleza dentro de las cabañas, un espíritu de diseño minimalista con muebles y cocina Vipp en materiales naturales y duraderos en colores tierra y texturas orgánicas da la bienvenida a los huéspedes para una experiencia fuera de lo común”, explican desde Vipp.
Con la finalidad de evitar los desperdicios causados por el proceso de construcción, los árboles que tuvieron que ser derribados se han reservado para ser reutilizados en otras partes de los proyectos, y el granito que se ha cortado del suelo se ha utilizado para hacer el hormigón para la construcción.