Helsinki tiene fama de ser una de las ciudades más verdes y sostenibles del planeta. Una fama que es más que merecida. De hecho, la capital de Finlandia ha implementado políticas y proyectos ambientales innovadores, como el uso de energías renovables, la promoción del transporte sostenible, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la protección de la biodiversidad. La ciudad también ha sido pionera en la promoción de la economía circular y en la reducción de residuos, a través de programas de reciclaje y compostaje.
Esta apuesta también se observa en su compromiso con el medio ambiente y su enfoque en la sostenibilidad. Helsinki cuenta con numerosos parques y áreas verdes, incluyendo el Central Park de Helsinki, que es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Con una extensión de bosque de 20 km de largo, ofrece a los visitantes naturaleza y senderos para pasear disfrutando del entorno o para relajarse. Todo ello enmarcado en la tranquilidad del mar Báltico.
Y justo en este contexto se ubican unas interesantes cabañas ecológicas, llamadas Majamaja, en un área llamada Vuorilahdenniemi en Laajasalo, una de las islas que forman parte del archipiélago de Helsinki. Un proyecto que forma parte de la Estrategia Marítima de la Ciudad de Helsinki, que tiene por objetivo conciliar su objetivo ofrecer nuevas oportunidades recreativas en las zonas costeras, pero adoptando una perspectiva de sostenibilidad.
Majamaja se deriva de la palabra maja, que significa refugio en finlandés, que es lo que pretenden ser estas cabañas prefabricadas hechas de abeto. Concebidas por el arquitecto finlandés Pekka Littow para la empresa homónima Majamaja una empresa de diseño y tecnología fuera de la red con sede en Helsinki y París que desarrolla viviendas sostenibles y es autosuficiente en el uso de agua y electricidad. Se inspiran en la arquitectura del archipiélago, típicamente construida a escala humana, y en su arraigada conexión con la naturaleza.
“En Majamaja, puede despertarse con los sutiles sonidos de las aves marinas, el susurro del viento y las suaves olas del mar Báltico. Una combinación de armonía y naturaleza costera se combina con la pureza del diseño de madera de Majamaja, que ofrece un refugio cómodo y una inmersión en la naturaleza sofisticada pero modesta”, explica la empresa en su web.
Minimalismo y comodidad
Con el objetivo de minimizar el impacto de las cabañas de Majamaja en el medio ambiente, Littow implementó pilares de hormigón incrustados en rocas para soportar las estructuras en lugar de cimientos convencionales. En caso de necesidad, los pilares se pueden quitar del suelo y reutilizarse en otros sitios en el futuro. Además, las cabañas de Majamaja no solo recolectan agua de lluvia, sino que tienen un sistema de agua de circuito cerrado que minimiza el desperdicio de agua. También reciclan y purifican las aguas grises.
El exterior de las cabañas Majamaja es negro, pero vistas entre árboles altos y oscuros, se mezclan con el paisaje. Una de las cabañas está ubicada en un lugar destacado sobre un afloramiento rocoso que se adentra en el mar, la otra se encuentra detrás. La fachada que da al mar del primero está completamente acristalada con vidrio templado resistente que maximiza las vistas, mientras que inmediatamente afuera hay una plataforma de madera que brinda espacio adicional para las tumbonas.
Sin embargo, los interiores monocromáticos y minimalistas de las cabinas tienen forma de barco y ahorran espacio para compensar los espacios bastante reducidos. En la planta baja hay una mesa que se pliega y encaja en una estantería en una pared, así como taburetes, un sofá, una cocina con nevera, fregadero y estufa, ducha y baño seco. También hay espacio de almacenamiento debajo del piso. Arriba hay un dormitorio tipo nido de águilas en el que pueden dormir tres personas, con una cama doble y una cama individual plegable.