Conocido como el «pesebre del Atlántico» por estar en medio de cerros verdes y también por sus artesanías en palma de iraca, Usiacurí, un pueblo del Caribe colombiano, ha hecho de sus tejados un lienzo a cielo abierto para pintar el mural más grande del país.
Este pueblo de unos 10.000 habitantes situado en el centro del departamento del Atlántico, a unos 40 minutos de Barranquilla, la capital regional, es famoso además por acoger hasta su muerte al poeta Julio Flórez y porque en un país con altos índices de violencia es de los más tranquilos, con tan solo un homicidio cometido en el último cuarto de siglo.