La técnica del vidrio soplado ha sobrevivido después de más de dos mil años de tradición porque aún quedan unos pocos enamorados que saben ver en ella el valor de las piezas únicas e irrepetibles. Pero últimamente el oficio se encuentra en peligro de desaparición en un mundo que parece ir demasiado deprisa para este arte.
Precisamente ante este riesgo, el Consejo de Ministros aprobó este martes la técnica del vidrio soplado como Patrimonio Cultural Inmaterial de España, una distinción que servirá para dotar a los pocos entendidos que quedan del oficio de la energía y los recursos suficientes para seguir protegiéndolo.