Vivir en Manhattan

Nueva York, intocable. La Gran Manzana ha visto cómo sus alquileres se disparaban con la vuelta a la normalidad. El furor por volver a Nueva York tras la pandemia ha despertado el apetito de los propietarios y los vecinos de Manhattan pagaron una media de 3.630 dólares (3.300 euros) de alquiler en febrero, una cifra récord histórica en más de una década desde que existen registros.

Esto supone un desembolso un 28% mayor que en el mismo mes del año anterior, cuando los caseros todavía arrastraban las bajadas de precios aplicadas debido a la fuga de inquilinos por la pandemia, según un informe publicado por el tasador Miller Samuel y la inmobiliaria Douglas Elliman Real Estate.

Los costes de arrendamiento son ahora un 2,5% más caros que el récord anterior, establecido en abril de 2020, justo antes de que el mercado de alquiler colapsara y la ciudad de los rascacielos se convirtiera en el epicentro del covid-19 en Estados Unidos.

Si bien los alquileres han estado subiendo de manera constante desde el pasado verano cuando la ciudad volvió a recuperar la actividad, febrero ha sido el primer mes que se han superado los precios pre-pandemia.

Además, encontrar una casa se ha convertido en una hazaña inalcanzable. La disponibilidad de los apartamentos cayó un 81% en febrero, respecto al mismo mes del año anterior. Solo hay unas 4.500 viviendas libres en la actualidad, la menor cantidad registrada desde 2008.

La escasez de viviendas disponibles ha alimentado una competencia feroz. Una de cada cinco nuevas firmas de contratos de alquiler se produce después de una subasta de ofertas a escondidas entre los inquilinos que aspiran a quedarse con las propiedades. Solo un 20% de los nuevos arrendamientos incluyen rebajas, como un mes gratis, tal y como sucedía durante los dos años pasados.

Un piso por 2.500 dólares al mes recibe entre 50 a 100 correos electrónicos de personas interesadas en ver el espacio. Los acuerdos acaban cerrándose con precios muy por encima de la propuesta inicial.